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FIBROADENOMAS – QUISTES – MASTOPATÍA FIBROQUÍSTICA

HERENCIA Y RIESGO

El hecho de que un familiar tenga cáncer de mama puede suponer un riesgo mayor de padecerlo, según el grado de parentesco y ciertas carácterísticas clínicas, y puede condicionar la actitud diagnóstica y terapéutica de la mujer que ya ha desarrollado cáncer. Es importante cuantificar ese riesgo mediante una estimación individual, valorar la pertinencia de test genéticos, cirugías profilácticas y seguimiento periódico tanto en mujeres sanas como en mujeres con cáncer.Además, el riesgo puede ser modificado con medidas de salud y cuidados no únicamente médicos, como lo demuestra el hecho de que no todas las mujeres con riesgo hereditario, ni siquiera las portadoras de mutaciones genéticas, desarrollan cáncer de mama.

Algunas mujeres con riesgo hereditario han vivido situaciones familiares dolorosas, lo que les impide afrontar la prevención por miedo o desesperanza. El apoyo psicoemocional puede ser de gran ayuda. No hay que olvidar que, hoy en día, el cáncer de mama detectado precozmente es curable en la gran mayoría de los casos y que los avances en la materia son continuos.

LESIONES BENIGNAS

Dentro de las lesiones no cancerosas mamarias, existen las que aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama, las que son precursoras del cancer (preneoplásicas) y las que carecen de importancia aunque a veces nos asustan (fibroadenoma, quistes, mastopatía fibroquística). El riesgo de cáncer asociado, a su vez, puede verse incrementado por los antecedentes familiares, personales, hábitos de vida, ciertos tratamientos y la constitución individual de cada paciente. Hoy en día, estamos viviendo una avalancha de pruebas complementarias cada vez más sofisticadas que, fuera de un contexto global en cuanto a la persona e individual en cuanto a mujer sana con su historia familiar y características concretas, pueden ser difíciles de interpretar, conduciendo a biopsias, cirugías innecesarias y preocupaciones infundadas e incluso a cirugías profilácticas cuya única indicación es el miedo o la desinformación. Y, por otra parte, nos olvidamos de otras formas fundamentales de prevención. Confundimos así diagnóstico precoz con prevención y corremos el riesgo de dejar tamaña responsabilidad a una mamografía o a otra prueba de imagen.
“Revisión rutinaria” y prevención de cáncer de mama significa y supone mucho más.

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